Ir al contenido principal

Alcances de la Psicología Social


Por lo general, no resulta sencillo definir los alcances y objetivos de cada una de las ramas humanísticas y sociales de la ciencia, por cuanto no existen límites definidos que las separan. De ahí que, en el caso de determinada investigación, no tenga mayor importancia ubicarla estrictamente en una de ellas. Sin embargo, todo científico social se ha de identificar con alguna rama mucho más que con las restantes, por cuanto su perspectiva personal le permite adaptarse sólo en una forma selectiva. Lo que para el lector puede interpretarse como una pequeña diferencia, para el autor implicará, sin embargo, su identificación con una vocación definida o bien cierta indiferencia.

La psicología estudia al ser humano en forma individual, aunque ello no signifique que lo ha de estudiar sin una interacción social básica, por cuanto no existe en la realidad el individuo aislado totalmente. Por otra parte, la psicología social lo ha de describir en interacción con la sociedad, por lo que, aparentemente, no habría grandes diferencias o bien no existirían motivos para la existencia de esta última rama.
 La psicología social constituye un campo de investigación independiente, o bien tiene que dedicarse a un tipo de fenómenos que no explican las otras ramas de la psicología, o bien estudiar fenómenos comunes a todas las ramas desde un punto de vista especial.
En el sentido que tiene en el primer caso, la psicología social se contrapone por lo común a la psicología individual.
Nadie puede sostener en serio que hay una psicología cuyo universo está poblado de silabas sin sentido, rompecabezas y escalas de medida, y otra que estudia los contenidos vivos de las percepciones, los pensamientos y las emociones.
No está justificado, pues, separar una psicología social de una psicología no social, cada una de las cuales estudia un orden diferente de fenómenos. “Muchos estudios de psicología social, excelentes como esfuerzos descriptivos, no son más que esto; difieren poco, salvo quizás en el vocabulario, de las descripciones que puede hacer cualquier antropólogo bien preparado en psicología.
Unas décadas más adelante, el panorama descrito resulta bastante distinto. Michael S. Gazzaniga escribió: “La psicología propiamente dicha ha muerto. Quizá sea mejor decir que hoy se halla en una situación extraña. Darmouth, mi colegio universitario, está construyendo un nuevo y magnífico edificio para la cátedra de psicología. Pero sus cuatro pisos se distribuyen como sigue: el sótano se dedica a la neurociencia, el primer piso a salas de clases y administración, el segundo a la psicología social, el tercero a la ciencia cognitiva y el cuarto a la neurociencia cognitiva. ¿Por qué lo llaman «edificio de psicología»?”. “Las grandes interrogantes de los psicólogos clásicos evolucionaron hacia terrenos que pueden ser explorados por otros científicos”. “Esto no significa que los procesos y estados psicológicos carezcan de interés o sean aburridos. Por el contrario, constituyen fragmentos fascinantes de un enigma que muchas mentes curiosas intentan desentrañar.
Una de las principales diferencias entre psicología social y sociología, radica en que la primera pone énfasis en la influencia que tienen las ideas dominantes en la sociedad respecto de la acción individual. De ahí que uno de sus objetivos ha de ser el de establecer una ideología de adaptación del hombre a la sociedad y al orden natural. Kimball Young escribió: “La psicología social estudia la interacción recíproca entre las personas y los efectos que esta interacción ejerce sobre los pensamientos, sentimientos, emociones y hábitos del individuo. Como campo de investigación, la psicología social tiene sus raíces en la psicología y la sociología, pero la historia, la ciencia política, la economía y la filosofía han contribuido mucho al estudio de la interacción humana.
 Por otra parte, Edwin Hollander escribió: La psicología social es uno de los campos interesados en el estudio objetivo del comportamiento humano. Su enfoque particular está dirigido hacia la comprensión de la conducta social ejemplificada por el efecto de un individuo o de un grupo sobre otro individuo, ya sea en el sentido real o virtual. Sobre la base del proceso de influencia social, estos efectos producen fenómenos tales como la conformidad, el liderazgo, el prejuicio, la moral colectiva y el conflicto intergrupal. Al estudiar la influencia social, la psicología social atiende a la relación entre variables tales como las actitudes, los valores, la cohesión grupal, los roles, las normas y los grupos de referencia; en el terreno de la investigación, su actividad está orientada hacia la verificación de los efectos recíprocos de estas variables, según son postuladas en las concepciones teóricas.

Si queremos disponer de una definición muy elemental de las ciencias mencionadas, podemos decir que la psicología estudia al ser humano en interacción familiar, u hogareña. La psicología social lo hace respecto de la interacción social en la calle, o más allá del hogar; la sociología estudia los distintos ordenamientos e instituciones que conforman el orden social, mientras que la antropología estudia los vínculos entre cultura y personalidad, principalmente en forma histórica o experimental.
La especialización de las distintas ramas de la ciencia lleva también a una especialización interna en cada una de ellas, generalmente como ciencia teórica, por una parte, y ciencia experimental, por la otra. De ahí que exista una “psicología social teórica”, con una organización de tipo axiomático, y una “psicología social experimental”, cuyo contenido podrá ser deducido desde la parte teórica, al menos en principio.

Podemos decir que la psicología social teórica ha de conformarse a partir de algunos conceptos, o variables descriptivas, que permitan establecer una síntesis capaz de sustentar a la psicología social experimental como así también promover una orientación en la vida de todo ser humano.
Podemos entonces definir la función esencial de la psicología social en base a los principios o fundamentos mencionados: “Es la rama de la ciencia que tiene como objetivo establecer una ideología de adaptación, tratando de lograr en todo individuo el predominio de una actitud favorable a la cooperación y desfavorable a la competencia”. En cuanto a la competencia, como tendencia que debe evitarse, es oportuno aclarar que hace referencia a la competencia egoísta y no a la vigente en la economía de mercado, ya que, en ese caso, la competencia entre productores implica una mejora en la cooperación hacia el consumidor.
Puede observarse que, a partir de los principios adoptados, se contemplan los dos conceptos generales que históricamente se utilizan para la descripción del comportamiento humano: la conducta o acción, por una parte, y el conocimiento, por la otra. Además, al encontrar las componentes afectivas de la actitud característica (amor, odio, egoísmo, indiferencia) puede establecerse una ética natural básica, mientras que, para encontrar las componentes cognitivas de tal actitud (referencia en la realidad, en uno mismo, en otro o en la mayoría) se requiere disponer previamente de una teoría del conocimiento. Las componentes mencionadas permiten, además, establecer una descripción básica de la personalidad. Todos estos aspectos son observables y comparables, y por lo tanto, cuantificables, respondiendo a los requerimientos que debe cumplir toda descripción compatible con el método de la ciencia experimental.
Como se dijo antes, debido a las influencias existentes entre individuos, y entre ideas y conducta, la psicología social ha de ser la que mejor se adapta para plantear una ideología que sea capaz de mejorar todo ámbito social. En este caso, a la palabra “ideología” se la asocia a “ciencia de las ideas”, es decir, al conjunto de ideas fundamentado en una teoría axiomática que le brinda a todo individuo la posibilidad de adaptarse plenamente al orden natural o al orden social optimo que debería existir.
Si bien tal realización puede parecer demasiado pretenciosa, debe tenerse presente que alguien debe hacerlo. Justamente, quienes estudian las influencias reciprocas entre individuos e ideas, son quienes deben disponer de la información suficiente para establecer la influencia mencionada. Tal ideología deberá ser accesible, por otra parte, al ciudadano común, trascendiendo los ámbitos estrictamente universitarios o intelectuales, algo que, si bien puede costar trabajo alcanzar, al menos se deben realizar todos los intentos posibles respecto a su logro.
Una ideología emergente de la psicología social no es otra cosa que una adecuada descripción verbal de las consecuencias de una teoría establecida que vincula la mayor parte del conocimiento alcanzado en una etapa de su desarrollo, lo que no resulta ser, después de todo, una exigencia fuera de lo que normalmente se hace. Por lo general, se opina que la ciencia social debe ser descriptiva en lugar de normativa, y que debe apuntar a describir “lo que es” en lugar de sugerir “lo que debe ser”. Debe tenerse presente, sin embargo, que “lo que debe ser” simplemente consiste en una optimización de “lo que es”. Así como el docente, sin la obligación de ser un “ejemplo ético” para sus alumnos, brinda una influencia positiva, el psicólogo social deberá ser como un docente de masas, capaz de modificarlas en un sentido positivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Psicología social: Definición

La  psicología social  es una rama dentro de la psicología que  analiza los procesos de índole psicológica que influencian al modo en que funciona una sociedad, así como la forma en que se llevan a cabo las interacciones sociales . En suma, son los procesos sociales los que modulan la  personalidad  y las características de cada persona. También se suele describir a la psicología social como la ciencia que inquiere acerca de los fenómenos sociales, tratando de desentrañar las leyes y principios por los que se rige la convivencia entre humanos. Así pues, esta rama de la psicología se encarga de investigar las distintas organizaciones sociales, intentando extraer patrones de conducta de las personas que conforman el grupo, sus roles y el conjunto de situaciones que modulan su comportamiento.